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Cómo elegir el Roscón de Reyes

Lejos de la decadencia, los roscones de Reyes resisten a Papá Noel y al infinito repertorio de dulces navideños. La oferta aumenta, pero también los ingredientes de dudosa calidad y las grasas poco recomendables. Te contamos las 4 claves esenciales para elegir lo mejor del mercado.

El roscón «original» se inventó en Francia y cumple estos requisitos:

1. Masa de mantequilla

Tiene que hacerse con mantequilla. Este es el punto más importante a la hora de elegir un roscón.

En las panaderías es habitual usar mantequilla, pero los que se venden en supermercados suelen recurrir al aceite de girasol u otros aceites vegetales poco saludables (coco, palma, palmiste…).

El contenido medio de grasa en un roscón ronda el 12% (sube hasta un 20% si llevan relleno de nata). Una cifra moderada si la comparamos con la de otros dulces:

La masa del roscón tradicional es una masa fermentada, esponjosa, pesada y relativamente seca. Pero los gustos han cambiado y hoy en día es frecuente encontrar masas más ligeras, estilo bollo suizo.

2. Sin nata «artificial»

Si decides comprarlo con relleno, comprueba que la nata sea verdaderamente nata.

Muchos roscones no tienen un relleno 100% nata, sino un «mix vegetal» con aceites (coco, palmiste, palma), espesantes y texturizantes. Es un recurso que baja el precio del roscón, pero también su calidad.

3. Decoración auténtica

Es fundamental que se decore antes de meterlo al horno:

4. No pagues de más

Las diferencias de precio son enormes, pero para un roscón con nata estas son las referencias:

Fuente: OCU

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