- Cesión: Fondos Museo Barón de Benifayó
- Descripción: D. Federico Martínez Pastor, “ Filico” para los amigos. Nació en San Pedro del Pinatar en 1955. A los cinco años empezó a desarrollarse la Artrosis degenerativa que le tiene en cama de ruedas hasta hoy. Tuvo conciencia muy pronto de que su participación en la vida iba a ser desde esa cama de ruedas y desde ella ha sido un miembro activo en la construcción participación ciudadanas.
Nada de cuanto ocurre en el pueblo le fué ajeno y su lucha por mejorar las condiciones de vida de todos especialmente de los que tienen dificultades físicas para desenvolverse ha sido una constante en su vida. Fue socio del club de radio-aficionados de San Pedro del Pinatar a través de cuyas antenas comunicaba tantas inquietudes como él tiene. Presidente y Fundador del colectivo cultural Duna en el que desde su revista “AGORA” reivindica y sensibiliza prácticamente a toda la comarca. La defensa de los Derechos Sociales, patrimoniales y ecológicos ante los que muestra especial sensibilidad estuvo siempre en el horizonte de su reivindicación y de su ocupación cotidiana. Derechos que afectan a cualquier colectivo y de cualquier edad pero que en una visión preventiva, Federico ha promocionado y creado asociaciones Juveniles, como “Talla Buena”, en donde se ofrecen actividades de ocio alternativas que impiden salidas no deseadas en el campo juvenil al tiempo que proporcionan un espacio de convivencia y creatividad. Colaboró asiduamente con la asociación gitana ROM creando un festival de flamenco que se hace en San Pedro a la muerte de Camarón y para su memoria. También colaboró con Cruz Roja, UNICEF, Protección Civil, ANSE Asociación de Mujeres, Ama de Casa, Teléfono Dorado, El Hogar del Pensionista. Asociaciones Sindicales, Museo Arqueológico Hospital de los Arcos, etc. En todas estas, el desinterés y la intención de prestar ayuda como un servicio, han sido una constante de su vida. Su interés por eliminar las barreras arquitectónicas se hizo notorio siempre. Federico a pesar de la limitación de su cama de ruedas ha sido siempre un ejemplo de aceptación y entrega a parte de un motor de cambio y de participación ciudadanas. Su figura junto a la carretera normalizando la actividad y ejerciéndola como un Derecho desde su peculiar modo de estar en este mundo es un testimonio de lo que se puede hacer cuando tomamos conciencia de los que significamos para otros. Federico demostró valores y posibilidades más allá de lo que se ve y se considera posible. Filico fué un luchador agradecido a la vida que no renunció jamás a participar en ella y que con su ejemplo animó y enseñó que lo importante es el talante y la voluntad de creernos que las cosas son posibles.
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«Filico» falleció el 21 de Noviembre de 2003