El centro educativo de San Pedro del Pinatar ha presentado el proyecto “¿Quieres ser mi Amigo?” con el que han personalizado las cajas de tratamiento para los niños en tratamiento oncológico del hospital Virgen de La Arrixaca.
La consejera de Educación, Juventud y Deportes, Adela Martínez-Cachá, y la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez, asistieron hoy a la presentación de este proyecto solidario del IES Manuel Tárraga Escribano, que ha contado con la colaboración de FAPA Pinatar y Afacmur, entre otros.
La idea consiste en la personalización de unas cajas realizadas con impresoras 3D en las que se pueden meter, para que dejen de ser visibles, las bolsas de quimio. Las cajas se hacen en distintos puntos del mundo, y lo que hacen en el instituto Manuel Tárraga Escribano es personalizarlas con un diseño propio, que incluye el personaje o superhéroe que al niño más le gusta e imanes, además se personaliza un logotipo con el nombre de cada menor enfermo, y al final de su tratamiento se lo lleva de recuerdo.
Se han personalizado 30 cajas, que este viernes las llevarán al hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia para regalarlas a los jóvenes enfermos que están ingresados, y que actualmente son 27. La consejera ensalzó este proyecto y “que un grupo de profesores y estudiantes hayan decidido llevar a cabo una idea tan bonita como necesaria”.
En este proyecto han participado los cuatro profesores del departamento de Tecnología y los 80 alumnos de segundo de la ESO de Robótica, que se han servido de tres impresoras 3D a pleno rendimiento. “El objetivo del centro es implicar y concienciar a los alumnos de la necesidad de ser solidarios con los demás, haciendo que sean ellos mismos los que diseñen y participen activamente en la construcción de estas cajas con las impresoras 3D”, explicó la consejera.
El germen de la idea surgió al conocer una campaña puesta en marcha en 2013 por una agencia de publicidad brasileña en un hospital de Sao Paulo. Fue el presidente de la FAPA de San Pedro del Pinatar, Sebastián Mateo, y el departamento de Tecnología, en especial el profesor Sergio Marín, los que cogieron el testigo cuando hace un año vieron en redes sociales la demanda de un padre que tiene un hijo de seis años que lucha contra la leucemia