Es el nombre científico de una planta marina que vive en el Mediterráneo. Posee todos los elementos de una planta (raíces, tallos, hojas, flores y frutos). Por tanto, aunque la mayoría de nosotros la conocemos y denominamos popularmente como alga, no se trata de un alga, sino de una planta superior. Para desarrollarse en condiciones normales, las praderas de Posidonia necesitan aguas de buena calidad, no contaminadas, y sí limpias, transparentes y bien oxigenadas. Por tanto, su presencia es representativa de calidad en playas en las que aparece.
La presencia de “arribazones” en primera línea de costa amortigua el impacto de las olas sobre la orilla, controlando la regresión y pérdida de arena de la playa, sobre todo en época de temporal. Además, sirven de alimento a infinidad de crustáceos y moluscos, que a su vez son comidos por especies de aves , como vuelvepiedras, correlimos o chorlitejos.
Durante nuestros paseos por la playa, podemos observar con frecuencia unas bolas de color marrón y aspecto áspero y fibroso: son las “bolas o pelotas de mar”. Estas son los restos que quedan tras la descomposición de las hojas de la Posidonia Oceánica, el vaivén de las olas y el rozamiento con el fondo ordena los restos vegetales en forma de bolas, que al adquirir cierto tamaño son arrastradas fuera del agua por las olas.
La perdida de estos bosques marinos conlleva el empobrecimiento de los caladeros de pesca y el aumento de turbidez de las aguas. No son suciedad, son restos de hojas y tallos de este vegetal, que no solo son inofensivos, sino que pasear por encima de ellos es sumamente beneficioso por su alto contenido en yodo, y por el suave masaje que nos proporciona en la planta del pie, que nos ayuda a favorecer y activar la circulación sanguínea. Estos arribazones, no se deben eliminar de la playa ya que protegen las costa de la erosión, sobre todo en playas como las de la Llana, que ya sufre una fuerte regresión debido a la modificación de las corrientes que provoca el puerto de San Pedro, Es por ello sumamente importante que todos los ciudadanos conozcan los múltiples beneficios de esta planta marina y nos ayuden a conservarla, y por tanto, a conservar la playa natural y limpia de contaminación, para que todos podamos disfrutarla.
Es por esto, que se esta llevando a cabo una campaña de educación ambiental, desde el año 2000, para que el público se de cuenta del alto valor ecológico de la Posidonia, y del privilegio que supone bañarse en una playa dónde a pocos metros se desarrolla, y vive.
Si nosotros conservamos a la Posidonia Oceánica ella conservará nuestras playas. Es un mínimo de esfuerzo para tan grande recompensa.